martes, 18 de noviembre de 2014

Un básico: mi bizcocho griego

Hoy os quiero traer una de mis recetas estrella, mi bizcocho griego

Bizcocho griego de canela


No he encontrado una receta más sencilla, más esponjosa y más adaptable, pues igual sirve como bizcocho, para hacer magdalenas o para hacer una tarta rellena. Además, aunque os voy a presentar la receta más tradicional, la de vainilla, se puede modificar al antojo con canela y nuez moscada, con cacao o con coco, por ejemplo.

En poco tiempo se ha convertido en mi comodín. Siempre sale esponjosa, ya use la batidora para montar los huevos o lo haga a mano. Se tarda poco, muy poco en prepararla y se conserva jugoso durante varios días. El truco, sacarlo del horno en el momento justo.

Magdalenas griegas de cacao


Pues no me lío más. Aquí tenéis la receta.

Ingredientes:

3 huevos medianos
1 yogur griego natural
1 medida de aceite de girasol
2 medidas de azúcar
3 medidas de harina de trigo normal
1 sobre de levadura (tipo Royal repostería)

(el bote de yogur lo usaremos como medidor, ¡así que no vale tirarlo!)

En primer lugar, poner a precalentar el horno a 180 grados centígrados con calor arriba y abajo (si vuestro horno tiene función de aire, ponerlo, así calienta antes).

Luego tamizamos la harina con la levadura y la reservamos. Tamizar no es más que cernir la harina, es decir, pasarla por un colador finito, no hace falta que os compréis un tamiz, basta con un colador de tamaño medio y que sea finito para que no se nos cuele ninguna bolita de harina. Os sirve cualquiera de un bazar, por ejemplo. Este paso es muy importante, mucho, porque cuanto mejor esté integrada la levadura, mejor leudará, es decir, subirá, cuando esté dentro del horno.

Batimos muy bien los huevos con el azúcar. Se trata de montarlos, es decir, deben aumentar su volumen y quedar esponjoso y con un tono muy clarito. Esto depende del tiempo y fuerza de brazo que tengáis, pero cuando más se bata, más esponjoso quedará. Eso sí, si tenéis batidora de varillas, la podéis usar, que no se trata de convertirse en Popeye batiendo…

Cuando estén bien montados los huevos (o nuestro brazo diga: “Ya está, que luego toca integrar la harina”), incorporamos el aceite. Cuando esté bien mezclado todo, añadimos el yogur griego y seguimos batiendo, incorporando poco a poco la harina tamizada con la levadura. Poco a poco si no queréis que os queden pegotes de harina que luego cuentan más deshacer, os lo aseguro.

Ahora toca elegir el molde (con esta cantidad de masa os sirve cualquiera de unos 22 cm de diámetro. Si el que tenéis es más pequeño, podéis hacer bizcocho y con lo que sobre, magdalenas). Hay que enharinarlo ligeramente, es decir, untarlo con una brocha con aceite y luego ponerle harina y sacudir bien el exceso, si se le queda mucho aceite en los bordes os crecerá con una forma rara. Si vuestro molde es de silicona, aunque dicen que no hace falta, yo lo hago, así evito problemas al desmoldar. ¡Ah! y si optáis por magdalenas, os recomiendo las cápsulas de papel, es lo más rápido y limpio, solo hay que verter la masa y ¡al horno!.

Vertemos la masa en el molde. En el caso del molde de bizcocho, debe quedar más o menos un tercio de molde libre (o incluso un pelín más, pero esto es a ojo). En los moldes de las magdalenas, depende de si luego las queréis decorar o las queréis tipo desayuno. En el primer caso, algo menos de dos tercios, y en el segundo, algo más.


magdalenas griegas de cacao


Ahora metemos la mezcla al horno. Una advertencia, es mejor quitarle el ventilador antes de meter el bizcocho, así leudará de forma homogénea, sin curvas extrañas. En el caso del bizcocho, tarda unos 40 minutos, aunque depende del horno. Las magdalenas, dependen del tamaño que hayáis escogido. Mi recomendación, cuando veáis que ya ha subido y se está empezando a dorar ligeramente, es el momento de estar atentos. Para comprobar si está hecho tendréis que pinchar el centro con un palillo de madera (os aconsejo los de pinchitos, más largos) y si sale seco (sin masa pegada) es que ya está listo.


bizcocho griego de canela


Dejar enfriar sobre una rejilla que permita que el aire circule bajo el molde. Yo lo que hago es que pongo dos moldes individuales a los lados sobre los que apoyo la rejilla del horno, así tiene algo más de altura y se enfría antes y de forma más homogénea (sin tener que gastar dinero en una rejilla de repostería, que no está la vida para derroches).

Una vez frío, desmoldar y ¡a comer!

Sé que he dado muchos muchos detalles y a quienes sepan cocinar se le puede hacer más pesado este post, pero mi intención es que todo el mundo sea capaz de hacer un bizcocho con éxito. Aun así, si se me ha pasado algo, no dudes en preguntarme en un comentario, responderé encantada.

2 comentarios:

  1. Hola!! voy a hacerlo! mañana tengo una fiesta y quiero sorprender (jaja) a a mis amigos ☺️ Te paso foto del resultado ��

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