miércoles, 2 de septiembre de 2015

Brownie de chocolate apto para celíacos y caramelo crujiente


El verano llega a su fin, eso ya nos lo han dicho por activa y por pasiva, y con el regreso al cole, vuelvo para daros una de las recetas que más me piden cuando acudo a una cena o almuerzo con mis amigos y me encargo del postre.

brownie de chocolate
Presentación del brownie con helado y caramelo.

Y, sí, lleva chocolate, mucho chocolate, muchísimo chocolate. Es mi receta favorita de brownie y, además, es apta para celíacos, pues no lleva harina de ningún cereal. Podéis usar el chocolate que más os guste, yo he probado a hacerlo con chocolate de repostería (con un 52% de cacao) y con chocolate negro (con un 70% de cacao) y me quedo con esta opción, pero va en función del gusto de cada uno, lo mejor... ¡¡probad todas las opciones posibles!!

Yo lo suelo servir acompañado de helado de vainilla (tiro del comprado) y de un caramelo que gusta incluso a quienes habitualmente no tienen el caramelo entre sus preferencias. Se trata de un caramelo crujiente, lleno de burbujas en su interior y que no empalaga, queda genial con la textura del helado y de este cremoso brownie. Os dejaré también la receta, por si alguien se anima.

Para elaborar este brownie os recomiendo que os hagáis con un molde desechable, los tradicionales de aluminio, porque desmoldarlo es misión imposible. Yo la última vez no lo hice y... trocitos de brownie por todas partes (suerte que está tan bueno que a nadie le importa si viene en un solo trozo o como si fuera un puzzle).

Vayamos, pues, al lío. Ingredientes:

150 gramos de chocolate
150 gramos de mantequilla
1 cucharadita y media de esencia de vainilla
135 gramos de azúcar
2 huevos medianos
100 gramos de almendra molida o harina de almendra
70 gramos de nueces picadas

Lo primero que hay que hacer es poner el horno a 170 grados con calor arriba y abajo y sin ventilador para que esté caliente cuando tengamos nuestro brownie listo para hornear.

Troceamos el chocolate y lo fundimos en un cazo con la mantequilla a fuego lento, esto es importante para evitar que se queme el chocolate, principalmente cuando empleamos chocolate con gran contenido en cacao.

brownie gluten free
Esto huele a vicio puro.
Una vez fundido, lo retiramos del fuego y le añadimos el azúcar, la esencia de vainilla y dejamos enfriar.

brownie gluten free
Añadir los ingredientes de uno en uno para que se integren mejor.
Cuando ya esté frío (es totalmente válido comprobarlo metiendo el dedo) añadimos los huevos batidos, las almendras molidas y las nueces troceadas.

brownie gluten free
El tamaño de los trozos de nuez va al gusto.
Una vez tengamos la mezcla lista, la vertemos en un molde. Este, preferiblemente, ha de ser bajito y si podéis os recomiendo que uséis los de aluminio de usar y tirar. Si no tenéis desechable, os recomiendo que el molde lo untéis de mantequilla y luego lo enharinéis. En el caso de las personas celíacas pueden emplear o bien cacao o bien almendra molida.

brownie gluten free
Antes de introducir en el horno.
Horneamos la mezcla entre 25 y 30 minutos. La parte superior debe quedar compacta, pero el interior viscoso, aunque al enfriar se compactará un poco.

brownie gluten free
Así queda al salir del horno.
Dejamos enfriar antes de desmoldar, lo cortamos en trozos y servimos acompañado de lo que más nos guste, en mi caso helado de vainilla y caramelo crujiente.

brownie gluten free
Este es el que se desmoronó al desmoldar.
Por si alguien se anima a preparar el caramelo crujiente, aquí os dejo la receta, aunque siempre la hago un poco a ojo.

En una sartén antiadherente ponemos unas cuatro cucharadas colmadas de azúcar mezcladas en frío con una cucharada de agua. Ponemos la mezcla al fuego y dejamos que funda y se vaya formando el caramelo. Yo evito usar cucharas, en caso de que lo quiera mover, sostengo la sartén y hago con ella movimientos circulares (como cuando se hace el pilpil). Cuando el caramelo empieza a estar dorado claro, lo retiro del fuego, le añado una cucharadita y media de bicarbonato y muevo rápidamente. No os asustéis, la mezcla se convertirá en una espuma de caramelo. En ese momento, la vierto sobre un papel de horno que pongo sobre una superficie fría como la encimera. Lo dejo cuajar sin más, es mejor no intentar alisar la superficie. Se enfría rápido. Una vez bien frío, le doy un golpe levantando el caramelo con el papel y dejándolo caer en la encimera. La mezcla se astilla y podrás ver las burbujas de caramelo que luego se funden sobre el helado. ¡Una delicia!

Si os animáis a probar alguna de las recetas, dejadme por aquí qué os han parecido. ¡Feliz fin del verano!



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